mayo 19, 2009

La ciudad donde vivimos


La ciudad de Chiclayo, capital del departamento de Lambayeque, se ubica en la zona costera a 770 km al norte de la ciudad de Lima y a 578 km de la frontera con Ecuador. Es una ciudad jóven que no tiene la larga existencia y tradición de otras ciudades coloniales como Trujillo o Piura (ciudades vecinas). Por su condición de eje articulador económico y social, es una ciudad pluricultural de diversas caraterísticas.



Chiclayo surgió de un convento franciscano, fundado en 1541 (Collin Delavaud, 1984:361) y formó parte del corregimiento de Zaña, pero no llegó a tener importancia como centro poblado hasta el inicio de la época republicana. Sólo en el siglo XIX Chiclayo empezó a ganar peso, siendo declarada villa en 1824, ciudad en 1835 y finalmente capital del nuevo departamento de Lambayeque en 1874. A partir de ese momento Chiclayo empezó a crecer gracias a su posición situación y a la estructura social de su hinterland. La ventaja de ubicación de la ciudad es que se encuentra en un punto estratégico, en medio del más vasto de los valles del norte, con dos puertos (Pimentel y Puerto Eten), con buenas vías de comunicación que le permiten un relativamente fácil acceso tanto a la Sierra de Cajamarca como también al piedemonte amazónico (Jaén, Bagua), sin hablar de la rápida comunicación que actualmente tiene con las ciudades Trujillo y Piura gracias a la carretera Panamericana. En este sentido, Chiclayo constituye una placa giratoria entre los tres espacios naturales costa, sierra y selva, y su área de influencia abarca gran parte del norte peruano.

La ciudad de Chiclayo representa en la actualidad la cuarta ciudad en importancia a nivel nacional, tanto por su crecimiento demográfico como por su desarrollo económico. El ámbito metropolitano --que incluye también las ciudades vecinas de menor jerarquía-- comprende un área aproximada de 30,000 hectáreas y una población de 632,028 habitantes.

Ciudad Especial.


Chiclayo no era desconocido para mi. Durante muchas vacaciones era mi punto de llegada para disfrutar el verano y de mis parientes cercanos. No ha cambiado mucho salvo por los nuevos malls que se han instalado aqui, sigue siendo la misma ciudad pujante, bulliciosa y concentradora del comercio del norte costeño del Perú. Tal vez ahora se haya tornado un poco mas insegura por el echo mismo de la población urbana que ha presionado sobre la ciudad creando nuevos cordones sub urbanos marginales. Ahora que vivo aqui lo puedo decir.